Crema para untar a base de Avellanas Langhe 154g
El producto en breve:
El producto en breve:
Me presento: soy Enrico, un joven pastelero, con una visión para mi pastelería que siempre ha sido clara: lo que somos es lo que comemos, la materia prima es mi valor más importante.
Siempre he valorado la elección de productos de calidad y posiblemente locales, creando recetas con ingredientes que realmente marcan la diferencia.
En los últimos años he dado un cambio realmente significativo y completo en mi repostería. En concreto, se trata de dos iniciativas que me han permitido renovar mis recetas y aportar un valor importante en términos de sostenibilidad, atención y valorización del territorio.
La primera: gracias a la colaboración con mi molinero de confianza di vida al proyecto "harina km cero". El proyecto preveía utilizar harinas procedentes únicamente de los llamados granos antiguos, porque desde la siembra hasta la cosecha el campo ya no es tocado por la mano humana. Mes a mes seguí este proyecto, viendo las distintas etapas de crecimiento: desde la siembra hasta la cosecha hasta el molino de piedra. De nuevo con mi molinero de confianza comencé también la producción con espelta, otra harina que ofrece un valor añadido a los productos y su digestibilidad, muy rica en propiedades organolépticas, pero muy débil. span>
Por eso sólo utilicé esta harina para galletas o pan de masa madre. Los valores añadidos de una harina de este tipo respecto a las harinas comunes son las elevadas propiedades organolépticas y el nivel sanitario decididamente superior. Gracias a esta innovación comencé a ofrecer también a la venta en la tienda los domingos pan, elaborado con masa madre y harina de escanda, no en grandes cantidades, pero por los comentarios recibidos de los clientes ciertamente entendí que estaba en el camino correcto. De hecho, además de potenciar la cadena corta y la colaboración con los proveedores, he conseguido dar una impronta significativa e innovadora a mi pastelería, valorizando plenamente las harinas autóctonas elaboradas con métodos sostenibles y que valoran la tierra de origen.
El segundo: “la galleta del desayuno”, un producto que siempre he ofrecido en mi pastelería, pero que en los últimos dos años he conseguido innovar y revolucionar totalmente. El foco, también en este caso, fue el uso de productos locales y la valorización del territorio. La "galleta del desayuno" se elabora ahora únicamente con materias primas venecianas, desde harinas de producción propia, hasta huevos de gallinas camperas, azúcar de remolacha en bruto (producido en la zona de Verona) y mantequilla alpina de grapa. Una galleta 100% autóctona.
Mi compromiso y mis opciones para valorar a los proveedores locales también se extienden a otras materias primas que utilizo, como por ejemploMiel de apicultores locales comprada según temporada. ; Exclusivamente huevos de gallina campera; Fruta para mermeladas y preparaciones exclusivamente de temporada, comprada también a agricultores locales.
En Langhe, cada rincón cuenta una historia. Desde la riqueza arquitectónica de sus pueblos antiguos hasta los museos que guardan celosamente la historia y el arte local, cada elemento contribuye a crear una cultura vibrante y rica en tradiciones.
Aquí, los castillos antiguos y los eventos culturales hacen de cada visita una inmersión en el pasado.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la región de Langhe ofrece impresionantes vistas de colinas cubiertas de hileras de vides y bosques frondosos que contienen rutas para descubrir a pie o en bicicleta.
Un entorno donde la naturaleza reina, ofreciendo refugio e inspiración. La zona de Langhe es famosa en todo el mundo por sus excelentes productos gastronómicos y vitivinícolas.
Desde la famosa trufa blanca de Alba hasta vinos prestigiosos como Barolo y Barbaresco, aquí el sabor de la tradición se encuentra con la excelencia de la producción local.
Pero eso no es todo: las Langhe son también la cuna de las avellanas piamontesas IGP, ingrediente fundamental de muchas delicias italianas y base para la creación del famoso chocolate gianduia.
En esta zona la gastronomía se convierte en arte, con restaurantes con estrellas y trattorias tradicionales que ofrecen platos donde cada ingrediente cuenta la historia de su tierra. En resumen, las Langhe piamontesas son una experiencia única e inolvidable, un viaje a través de paisajes encantadores, una cultura muy arraigada y una gastronomía que deleita el paladar con sabores auténticos e inconfundibles.
Unas vacaciones llenas de sabor y descubrimiento.